De un beso, nace un mundo
Del amor, un universo
De un soplido divino, una vida, una luz, una semilla.
Si el amor es el artista del universo... un beso, antecede una vida.
Un verbo se conjuga en colores: en sonrisas, dolores.
Cada paso una vida, y cada vida un paso.
Un latido, un respiro.
Un verso, un recuerdo, y antes de este, un propósito celeste.
Envases efímeros
Espíritus eternos.
Latidos que sueñan, aprenden: crecen más allá del sol; miran los sinfines del alma.
Blancos al amor, suben escaleras: pasan barreras:
pruebas del ser.
Infinidad de colores; como infinitas son las estrellas: miles de pasiones.
Sinfonía universal, majestuosidad perfecta, caos en creciente armonía.
Melodías de amor, de cada vida, latidos; compases pacientes, vidas son días.
El eterno no conoce tiempo. Es eterno en sí;
No se cuenta lo incontable, él es así. No tiene cuerpo, me tiene a mí
Así como a ti.
De su luz, somos parte: vivimos y volveremos.
Hasta que algún día de su amor, por fin nos abrazaremos.
Carne- espíritu.
Verbo- palabra.
Nacer, renacer: un alma: mil corazones.
Cada peldaño un suspiro, un grito al eco, a ese ser de amor mío.
Amor que vive en mí, en ti: tu latido es mío; el tuyo mío.
Por que tú y yo somos él. Y él vive en cada respiro:
sonríe, llora, goza, sufre: siente cada latido.
Un corazón, late en mi cuerpo.
Así como en mí espíritu, un alma.
Porque su esencia es amor y su color...color de alma.
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